jueves, 31 de octubre de 2013

La Sublime Puerta. 18 de febrero de 1809



El termino Puerta Sublime era usado para definir al Imperio Otomano, al hacer una metáfora con la propia puerta que daba entrada a las dependencias de su gobierno en Estambul. Pero este termino también se ha usado para representar la toma del Arrabal el 18 de febrero de 1819 a partir del relato del ingeniero francés Jean Belmas.

"A mediodía, cuatro brechas se encontraban abiertas en las endebles murallas que formaban el cerco del arrabal: dos en las primeras casas, cerca del muro del convento de San Lázaro, una en su iglesia y la cuarta en el convento de Santa Isabel, situado al otro lado de la carretera de Barcelona. En éste, la batería 31 había comenzado por abatir una puerta que daba al patio. Pronto quedó destruida, pero los campesinos la reedificaron y la sostuvieron con sus brazos. Una nueva salva la destruyó y por segunda vez fue levantada. Para poner fin a esta obra, los franceses batieron sus pilares. Se encontraron un montón de cadáveres detrás de esta puerta que, cada vez que caía, sepultaba a los que la sostenían". 

Una vez el Arrabal en manos de los franceses, el Sitio de Zaragoza tardó dos días en caer.

El texto lo ilustro con la cerámica del peirón que se colocó en julio de 2013 en el mismisimo Balcón de San Lázaro, pero desde 1908 tenemos a la puerta sublime representada en el monumento de la Plaza de los Sitios.

Jean Belmas tiene la errata de Santa Isabel, en vez de nombrar Altabás. De todos modos fue un testigo de primera mano al estar allí y reconstruir años después los hechos a partir de docuemnos de archiovos, dejando para la posteridad el testimonio directo de un combatiente. Su Diario de los sitios hechos o sostenidos por los franceses en la Península, de 1807 a 1814, editados conforme a las órdenes del Gobiernos a partir de los documentos existentes en los archivos de la guerra y en el deposito de las fortificaciones, se publicó en 1836 en cuatro volúmenes, el segundo de los cuales se dedica al Sitio de Zaragoza, bajo la forma de un Diario de Ataques, estructurado en jornadas, días y noches.


Para ampliar todo esto te aconsejo leer Zaragoza, 1808 y 1809: Los Sitios de Zaragoza vistos por un francés de Comuniter Editorial, Zaragoza 2003.
También es muy didactico Los Sitios de Zaragoza, editado por Heraldo de Aragón en fascículos coleccionables

Y por supuesto no pude faltar la visita a la web de la Asociación Cultural Los Sitios.

http://www.asociacionlossitios.com/elarrabal.htm

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