Nos lo cuentan en el Periódico de Aragón del sábado 29 de mayo con fotos de Ángel de Castro.
Las algas vuelven a ser las
protagonistas del Ebro. Con la subida de las temperaturas, la disminución del
caudal y de la corriente, han proliferado y ocupan gran parte del cauce a su
paso por Zaragoza, dificultando las actividades acuáticas. Esta estampa es
habitual durante los meses de estiaje y ocasiona problemas ya que son un caldo
de cultivo perfecto para las larvas.
El consistorio ha iniciado los
tratamientos con un larvicida ecológico inocuo para el resto de especies de
fauna o flora que resulta muy eficaz en la lucha contra la mosca negra. Ahora
se utiliza un sistema de moto-bomba que permite distribuir de una forma mucho
más eficaz el larvicida en toda la superficie del río. Cuanto mayor sea la
acumulación de algas en el río, más mosca negra habrá en la ciudad.
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