Documento de gran importancia para el estudio urbanístico de la ciudad, donde se muestra que la Zaragoza de finales del siglo XVIII mantiene en gran medida la forma de la primera muralla romana mientras diferentes crecimientos no llegan ni siquiera a traspasar los límites impuestos por los musulmanes del siglo IX, como es el caso del Arrabal norte, con el puente de Piedra como principal vertebrador. No solo esto, la margen superior del grabado nos muestra una prespectiva de Zaragoza desde este nuestro lado del Ebro, centrada, como no en Nuestra Señora del Pilar, que convierte este documento en un testimonio visual excepcionmal de la capital aragonesa en el siglo XVIII desde nuestro Balcón de San Lázarol.
Carlos Casanova (Ejea de los Caballeros1709-Madrid 1770), fue un grabador calcográfico español, pintor de cámara de Fernando VI. Se formó como grabador y pintor en Zaragoza y en 1740 se traslada a Madrid, para conseguir diez años después ser pintor de cámara en miniatura. De su trabajo como grabador, además de estampas de devoción diversas, deben recordarse las tres láminas para la Relación histórica del viaje a la América meridional de Jorge Juan y Antonio Ulloa y la reproducción de la Apoteosis de San Agustín del altar mayor del convento de Copacabana.
Estos días hemos podido contemplar una reproducción del mismo al estar incluida en la Exposición Cartografía Ciencia y Arte al servicio de todos, organizada con fondos del Centro Geográfico del Ejercito en el Palacio de la antigua Capitanía General de Aragón entre el 25 de octubre y el 10 de noviembre de 2013.
Volviendo a lo que nos ocupa. Para más información sobre el plano y el momento en que se realizó podemos recurrir a la Breve historia del urbanismo en Zaragoza, de Darío Marcos Guinea, 2012. 87 páginas con abundante documentación gráfica que recorre la trayectoria de la ciudad, desde su fundación hasta la actualidad.
Aquí el enlace. http://issuu.com/maurobrunelli/docs/dar__o_marcos_guinea_breve_historia
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